viernes, 23 de noviembre de 2012

Corsano. Huellas orientales más que nada...

Iglesia de la Inmaculada











Corsano. Huellas orientales más que nada...




Texto de Elena Gabellone, Cecilia De Micheli y Beatrice Martella
 IV° A INTERNAZIONALE.
Curso 2011/2012









San Blas, santo patrón




















Historia de Corsano


El sitio de Corsano fue habitado desde tiempos antiguos; la presencia romana es evidente gracias al descubrimiento de tumbas y monedas cerca de la zona llamada "Pesco". Según algunos, el pueblo habría sido fundado por el centurión Curzio, que obtuvo estas tierras como recompensa por sus victoriosas campañas de guerra.
El origen de Corsano remonta probablemente al siglo X d.C., la época de la colonización bizantina, cuando llegaron a Salento, procedentes del Impero Romano de Oriente, soldados y familias enteras que ocuparon estas tierras despobladas por las incesantes guerras, hambrunas y plagas.
Aquí, los monjes, que ejercitaban el culto a las imágenes sagradas, encontraron refugio en las cuevas naturales y en las criptas subterráneas construidas por ellos mismos para escapar de las persecuciones de los emperadores, que eran iconoclastas. Terminado el peligro, empezaron a edificar iglesias y conventos y, con ello, contribuyeron al resurgir de casas alrededor de granjas, "Grancie", centros de trabajo. El descubrimiento de criptas de origen bizantino y de hipogeos basilianos confirma el hecho de que el pueblo es de origen bizantino.
Según algunos, el origen de Corsano se puede atribuir a los habitantes de los caseríos de Macorano y de Vagliano, destruidos en el S. X por incursiones de los sarracenos: éstos fundaron Corsano, un lugar más seguro donde habitar, situado en un valle rodeado por altiplanos y no visible desde el mar.



Relaciones con otros países

La presencia Romana se evidencia por el descubrimiento de monedas y de tumbas en la zona llamada "Pesco".
La influencia de los bizantinos se puede ver gracias a las criptas e hipogeos basilianos.
Los protectores del pueblo son dos santos procedentes de Oriente: Santa Sofía y San Blas, obispo de Sebaste, ciudad de Armenia. El culto de San Blas en los países europeos presenta dos aspectos, uno agrícola y otro inspirado en episodios de la vida y del martirio. Su fiesta, por el momento del año en que cae, es como la supervivencia cristiana de una antigua representación pagana; y, con este carácter, se manifiesta en Macedonia, en Rumanía, en Grecia, en los países eslavos. Dicha fiesta se lleva a cabo de esta forma: El culto del Santo como protector de los agricultores puede ser “simple” (consiste en llevar a la iglesia un puñado de cereales que, bendecidos, aseguran buenas cosechas) o “dramatizada” (se manifestaba con un desfile de carros decorados y grupos en trajes, con chicos y chicas que representaban las cuatro estaciones). Ésta última tradición duró hasta el final de la Segunda Guerra Mundial, en Francia e Istria. En Alemania, es invocado contra los males de la vejiga; existe, de hecho, una relación entre su nombre y el nombre de este órgano (Blase). Por la habilidad del obispo con los animales, fue nombrado también protector del ganado. Este aspecto del culto, representado por los bizantinos y ahora por los eslavos, es difundido también en otros países europeos.


Artesanía

Corsano es conocido por su producción de corbatas artesanales.


Curiosidades

·  Los habitantes de Corsano, 5860 personas, son nombrados "cargagni tosti" (talones endurecidos), nombre asociado sea a la economía del pueblo que fue muy pobre y obligaba a los habitantes a moverse a los pueblos cercanos para encontrar trabajo, sea porque los habitantes de este lugar estaban acostumbrados a caminar con los pies descalzos sobre los erizadas rocas de la costa, escapando de las redadas realizadas para combatir el mercado negro, local, de sal.

·        Hay una leyenda que está ligada al Castillo Señorial Capece: se dice que los feudatarios Capece hicieron construir un pasaje secreto, que terminaba en el campo, un recorrido subterráneo utilizado por el señor en caso de peligro. Para garantizar el secreto, el señor habría ordenado matar al proyectista y al constructor de ese pasaje. 


Los milagros de San Blas

·        Milagro de Giacomo Venuti de Matino
El 12 de abril de 1708, el Arcipreste de la ciudad de Corsano anotaba en su registro la historia de Giacomo Venuti: a este señor le dolía la garganta; ningún médico era capaz de curarlo y él estaba cada vez peor, hasta que besó la estatua del Santo. Apenas la tocó, el mal desapareció de su garganta.

·        Milagro de un niño
En 1953, un niño de 5 ó 6 años cayó enfermo de una grave enfermedad en la garganta que lo llevó casi a la muerte. La tarde del 2 de febrero, los padres le pidieron al sacerdote que les dejase las reliquias del Santo en su casa por toda la noche. Sin embargo, la mañana siguiente la situación no mejoró. Cuando la procesión de San Blas pasó por delante de la casa del niño, los padres renovaron la súplica de gracia a dicho santo. Terminada la procesión, el niño se levantó de su cama, inexplicablemente sano.

·        La “focaredda”
Hace algunos años, un chico robó un poco de leña para llevarla a la famosa    “focaredda”, la hoguera que se enciende cada año en honor del santo. El propietario de la leña llegó a Corsano, recuperó su leña y, sobre su caballo, emprendió su viaje para regresar a su casa. Delante de la capilla de San Blas el caballo se paró, como si fuese una estatua. Un joven de Corsano le convenció al hombre para que dejase aquella leña de forma que fuese utilizada para la focaredda: la leña fue transportada otra vez a la hoguera y el caballo empezó a caminar de nuevo.

·        “U nuciaddaru”
Un “nuciaddaru”, es decir un vendedor de cacahuetes, durante una procesión, se dio cuenta con indignación de que la estatua de San Blas era de pequeñas dimensiones y exclamó: “Na festa tantu ranne, per na mazzetta de chiri” (“Una fiesta tan grande, para un medio busto como éste”). Cuando el vendedor regresó a su casa, sintió un dolor en la garganta que no lo dejaba respirar y oyó una voz que decía: “Jeu suntu chira mazzetta ca hai vistu osci a Cursanu” (“Yo soy aquel medio busto que has visto hoy en Corsano”) y de repente entendió que era el mismo santo quien le hablaba...



 Edificios significativos

·        Iglesia de la Inmaculada
Fue construida en la segunda mitad del siglo XVIII. Presenta un prospecto en piedra leccese, con dos nichos y, en ellos, las estatuas de San Antonio y San Francesco. El interior se articula alrededor de una única nave y tiene una cobertura con  boveda de aristas. Posee, también, un altar barroco.
·        Iglesia de Santa Sofía
Fue reconstruida en 1939 sobre las ruinas de la homónima iglesia del S. XVI. La fachada es de estilo románico. En el interior tenemos tres naves y tres altares. La iglesia acoge una estatua de madera de San Blas de 1600.
·        Cripta basiliana
Se constituye de dos ambientes comunicantes, excavados en un banco de roca calcárea. Presenta un altar y un bajorrelieve.
·        Castillo baronal Capece
Fue construido en el S. XVII sobre las ruinas de una antigua fortaleza del S. XIII. Fue también utilizado para el almacenaje, en la elaboración del tabaco. Los techos presentan bóvedas de crucería y posee un hermoso jardín.



 Tradiciones

·        San Blas -que era obispo de Sebaste, una ciudad armena- es el patrón del pueblo y es el protector de los males que tienen que ver con la garganta. Las virtudes del Santo están muy arraigadas en la tradición popular y algunas son testimoniadas por sacerdotes que vivieron hechos milagrosos. La fiesta de San Blas (San Biagio) es el 3 de febrero, cada año.
·        En español hay un refrán que dice: “Por San Blas, la cigüeña verás y, si no la vieres, mal año tuvieres”. Otra forma popular del refrán dice: “Por S. Blas, la cigüeña verás y, si no la vieres, año de nieves”; hay más variantes pero de lo que se trata es de que... La cigüeña es un símbolo de buena suerte: el día de San Blas, las cigüeñas suelen sobrevolar los cielos de España; ya se está pasando el invierno, los días son más largos, hay más sol y si estas migraciones adelantan o aplazan su tránsito sobre España, las cosechas de todo el año se dice que serán mejores o peores.




















Novaglie, marina de Corsano

































Castillo baronal Capece


























Novaglie, marina de Corsano

























BIBLIOGRAFÍA

-         www.wikipedia.it
-         www.comune.corsano.le.it
-         www.sanbiagiomodena.it
-         www.letresorelle.it
-         www.iluoghidelcuore.it








lunes, 19 de noviembre de 2012

Mapa de la Vía Francígena




PROGRAMA DE APRENDIZAJE PERMANENTE
COMENIUS Asociaciones escolares Multilaterales

PROYECTO: No me llames extranjero. Textos que borran fronteras.

INSTITUCIONES Y PAÍSES PARTICIPANTES

INSTITUTO DE ENSEÑANZA SECUNDARIA LICEO ESPAÑOL "LUIS BUÑUEL” (ESPAÑA)

INSTITUTO BILINGUE DE BACHILLERATO "MIGUEL DE CERVANTES"
164 ГИМНАЗИЯ С ПРЕПОДАВАНЕ НА ИСПАНСКИ ЕЗИК "МИГЕЛ ДЕ
СЕРВАНТЕС" (BULGARIA)

COLLEGE SAINT PIERRE SAINT JEAN (FRANCIA)

LICEO CLASSICO STATALE "FRANCESCA CAPECE" (ITALIA)




En octubre de 2011 dos profesoras del Liceo Classico Statale “F. Capece”, M. Soledad Negrelos Castro y yo, fuimos a París, a Neuilly-sur-Seine en concreto, con el fin de reunirnos con los profesores de todos los centros participantes en el Proyecto multilateral Comenius “No me llames extranjero. Textos que borran fronteras”, para poder conocernos, en primer lugar, y, en segundo lugar, para poder establecer qué actividades de interes común se podrían llevar a cabo.
Después de una presentación impecable, precisa y documentada, de nuestro Liceo, que corrió a cargo de mi compañera, la profesora M. Soledad Negrelos Castro, a la presencia de los demás representantes de los otros centros, se dio paso a varios encuentros en los que se intentó definir el trabajo a realizar por todos y cada uno de los Institutos implicados en el Proyecto, fijando con ello tiempos y espacios que respetar.
Se habló de un buen abanico de actividades, se acordó trabajar en algunas y dentro de éstas se indicó la necesidad de crear unas Guías de la zona donde están ubicados nuestros centros que fuesen significativas y acordes con el tema “No me llames extranjero. Textos que borran fronteras”.
De vuelta se le informó a la Coordinadora del Proyecto en Italia, la profesora Fabrizia Alemanno, de lo acordado en las reuniones de París. Ésta, a su vez, convocó una reunión con las clases del trienio de la Sección Internacional, dado que es también la Jefa de Estudios italiana de dicha Sección, con el objetivo de reclutar estudiantes para las distintas actividades previstas en París: participación en diferentes trabajos ya aprobados, presentación de nuevas propuestas, acogida de compañeros en mayo-junio, etc.
Y, así, en febrero de 2012, un grupo de estudiantes de 4º A decidieron elaborar una Guía del territorio para el Proyecto que nos ocupa.
La elección de la línea de trabajo a seguir no fue nada fácil, dado que se barajaron varias iniciativas que pueden desarrollarse marcando sus peculiaridades de “frontera”. Se habló de varios tipos de “frontera” a lo largo de la historia: la importancia del Salento como zona de paso para Jerusalem, durante las cruzadas; la posición geográfica tan significativa en las relaciones entre Occidente y el Imperio Otomano, en la Edad Moderna; el seguimiento de un producto como el aceite de oliva destinado a la iluminación, desde la recolección de la aceituna hasta los centros de recogida, transformación y almacenamiento dentro del territorio salentino, para terminar siendo embarcado en Gallipoli con destino a las principales ciudades europeas, comercio de importancia hasta bien entrado el siglo pasado; la Vía Francígena[1]...
Al final, se decidió trabajar sobre este último tema y el territorio salentino implicado.
Se acordó la distribución del trabajo por pueblos y grupos. Se formaron los grupos y se trazaron unos puntos a tratar comunes para todos, que fueron y siguen siendo:

- elaborar una breve historia del pueblo o de la ciudad a tratar;

- poner de relieve la relación de ese pueblo o de ese ciudad con otros países, con otras culturas, con otros territorios;

- presentar escuetamente los edificios más significativos de la zona, los monumentos;

- hablar brevemente de las actividades actuales más representativas, la artesanía local;

- dar a conocer curiosidades y tradiciones locales.

He aquí el mapa con las ciudades y los pueblos de los que se deberá hablar; algunos de ellos ya han sido estudiados, lo que no implica que no se pueda seguir añadiendo más información (como es sabido: todo se puede mejorar). Lo cierto es que los lugares señalados en el mapa, que aún no han sido presentados en este Blog, deberán ser estudiados y publicados antes de que el Proyecto concluya. Por lo que se ve y se está elaborando: todo es un proceso en expansión.







Una presentación de esta actividad fue llevada a cabo por los alumnos de 4º A, el 31 de mayo de 2012 en el Aula Magna del Liceo Classico Statale “F. Capece”, ante alumnos y profesores de todos los centros implicados en el Proyecto[2]. Los chicos fueron verdaderamente capaces de enriquecer la Guía con una explicación teórica convincente, dado que adoran la zona en la que viven. (Está claro que si no conoces y amas tu propio territorio, tu propia cultura, tus propios valores, difícilmente podrás conocer y amar los de los otros).  Esta exposición teórica del trabajo se completó el día 2 de junio de este mismo año, con un recorrido a pie de un tramo de la Vía Francígena que se concluyó en Otranto: casi cien personas de diferentes nacionalidades peregrinando, caminando, por el Salento. Visitamos Otranto y, después de una buena comida a orillas del mar y de un refrescante baño, los autobuses nos condujeron a Leuca, recorrido fronterizo hermano de tantos tramos mediterráneos, con parada en el Ciolo, frescor y belleza...

La Guía deberá ser audio-guía, visto que se habla de pistas y así aparece indicado en el mapa... ¡ÁNIMO, CHICOS! ¡MANOS A LA OBRA!

M. Estrella Altuzarra Esteban






[1] Copio de Wikipedia: “Comparte con el Camino de Santiago el Camino del Sur de Francia por Arlés. Una vez llegados a Roma, algunos peregrinos continuaban hacia el sur de la península italiana por la antigua vía Apia Trajana (denominada Francígena del Sur) para embarcarse en los puertos de Apulia (Bari, Brindisi u Otranto) hacia los Santos Lugares con destino Jerusalén.
A semejanza de los otros dos caminos de peregrinación cristiana medieval (Santiago de Compostela y Jerusalén), la ‘’’Vía Francígena’’’, ha sido objeto de estudios recientes, de un balizamiento y de un reconocimiento por el Consejo de Europa (1994) como Ruta Cultural Europea. Se puede recorrer a pie o en bicicleta”.



[2] Del 30 de mayo al 4 de junio de 2012 acogimos a 36 alumnos (12 españoles, 12 búlgaros y 12 franceses) y 9 profesores de los Liceos del Proyecto. A ellos se unió Dª Margarita Segarra Torres, Asesor Técnico de la Embajada de España en París.



viernes, 9 de noviembre de 2012

Via Francigena






















 La vía Francígena. Un pequeño tramo del camino.

(...) Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar .
(...) Caminante, no hay camino,
 sino estelas en la mar.
(Antonio Machado)


 Del camino que emprendimos juntos, un día, cuatro institutos europeos, queda tanto en la mente y tanto por recorrer, tanta vida, tantas emociones, tantas cosas... Y, de entre ellas, unas pocas fotos en las que estamos de espaldas al camino porque vamos haciéndolo, vamos dejando nuestras huellas: al fondo los olivos centenarios, las calles empedradas, las iglesias y catedrales, las piedras... Fotos en las que señalamos el horizonte porque vamos siguiéndolo, porque queremos alcanzarlo juntos... Fotos en las que nos paramos porque queremos sonreír al unísono... Fotos en las que franqueamos obstáculos porque queremos hacerlo unidos... Fotos de grupo fijadas en sonrisas...

Sobre la vía Francígena, copiamos estas notas en Wikipedia:

(...) La Vía Francígena fue un importante camino medieval de 1.700 km y ruta de peregrinación a Roma que llevaba de Canterbury (Inglaterra) a la tumba de San Pedro en la Basílica de San Pedro en el Vaticano. Atravesaba Francia (de ahí proviene la denominación francígena o camino de los francos) y Suiza y entraba en Italia, fundamentalmente, por el paso del Gran San Bernardo. 

(...) La Vía Francígena no es una sola ruta en sentido estricto, sino que comprende varias rutas que se fueron desarrollando a lo largo de los siglos, teniendo como horizonte la ciudad de Roma... 

Una vez llegados a Roma, algunos peregrinos continuaban hacia el sur de la península italiana por la antigua vía Apia Trajana (denominada Francígena del Sur) para embarcarse en los puertos de Apulia (Bari, Brindisi u Otranto) hacia los Santos Lugares con destino Jerusalén. 

(...) A semejanza de los otros dos caminos de peregrinación cristiana medieval (Santiago de Compostela y Jerusalén), la ‘’’Vía Francígena’’’, ha sido objeto de estudios recientes, de un balizamiento y de un reconocimiento por el Consejo de Europa (1994) como Ruta Cultural Europea. Se puede recorrer a pie o en bicicleta. 

El 2 de junio de 2012 alumnos y profesores de cuatro Institutos europeos, es decir, del Instituto de Enseñanza Secundaria Liceo Español “Luis Buñuel” de París (España), del Instituto Bilingüe de Bachillerato “Miguel de Cervantes” de Sofía (Bulgaria), del College Saint Pierre Saint Jean de París (Francia) y del Liceo Classico Statale “F. Capece” de Maglie (Italia), hicimos una excursión, en autobús y a pie, siguiendo un pequeño tramo de la ruta sur de la Vía Francígena. Salimos de Maglie hacia Otranto, ciudad en la que entramos después de haber recorrido 3 km. a pie. Visitamos esta hermosa ciudad en la que hicimos una parada para comer y descansar, disfrutando de lo lindo de la compañía, como conviene a huéspedes y anfitriones, a orillas del mar Adriático... Por la tarde emprendimos de nuevo el camino hacia Santa María de Leuca, con paradas en distintos puntos del camino... De la jornada transcurrida juntos quedan tantas cosas, estas fotos y tantas ganas de de trabajar unidos en un futuro, con tantos proyectos por realizar, tanto camino por recorrer...

 Fabrizia Alemanno y Estrella Altuzarra

sábado, 29 de septiembre de 2012

Un ejemplo de “literatura menor y fronteriza”: Avión de ricos ladrón de cerdos, una propuesta de análisis







Un ejemplo de “literatura menor y fronteriza”: Avión de ricos ladrón de cerdos una propuesta de análisis







                                                                         Selena Nobile 
                                                                         Università della Basilicata
                                                                         Università del Salento
                                                                         (Italia)
                                                                         








Hace años que me ocupo de la emergencia[1] de las literaturas hispano-africanas[2] y de la migración[3] a España, y, en el presente estudio, el objetivo que me propongo es el de analizar una de las novelas más interesantes del escritor guineoecuatoriano que escribe en castellano Juan Tomás Ávila Laurel: Avión de ricos ladrón de cerdos. Autor prolífico Juan Tomás Ávila Laurel que, hasta ahora, ha publicado varias obras enfrentándose con todos los géneros literarios, de la poesía a la prosa, del teatro al ensayo. Autor que hasta 2011 ha vivido en su país donde ha escrito y publicado sus obras. Sin embargo, a causa de su actividad de oposición a la dictadura de Obiang, a principios de 2011, después de una huelga de hambre, tuvo que huir de su país de origen y ahora vive en Barcelona donde sigue su lucha contra la dictadura denunciando, dando conferencias sobre la situación de su país y sobre la literatura de Guinea Ecuatorial escrita en castellano. Su escritura, por lo tanto, entraría también en la categoría de literatura migrante.

Para contextualizar dicha novela y a su autor, sin embargo, y ante todo, quiero reflexionar sobre los conceptos de literatura de frontera y de literatura menor, conceptos que comparten muchos rasgos para luego aplicarlos a las literaturas hispano-africanas y en particular a la novela en cuestión.

La etimología de la palabra frontera procede del latín frons frontis, “frente”, e indica dos países que están el uno en frente del otro[4]. “Estar en frente” significa entrar en contacto, encontrarse. El encuentro no siempre es pacífico, al contrario, la historia nos enseña lo conflictivos que han sido los encuentros/desencuentros entre distintas civilizaciones. Toda la modernidad es el resultado del “descubrimiento” de América, momento histórico a partir del que se ha producido un desencuentro con el “otro” determinando su encubrimiento por parte de Occidente[5], y lleva rasgos hegemónicos en el establecimiento de las relaciones entre centro y periferia, entre norte y sur del mundo. Al mismo tiempo, de este encuentro/desencuentro sale una tercera otredad que no es la simple suma de la primera y de la segunda, sino una síntesis, una hibridación, un mestizaje no indiferenciado de las que la han generado. Este mestizaje, fruto de una continua negociación de elementos que se oponen el uno al otro, representa el espacio intersticial en el que se produce una literatura de los mundos, o sea, de una literatura, que ya no es el sistema de valores estéticos y culturales europeos proyectados en el mundo[6], sino un tercer espacio en el que entran en contacto distintas otredades.

La emergencia, en la accepción de Guillén, en los últimos decenios, de literaturas que escapan a la definición canónica y hegemónica de tipo euro-céntrico, que ha monopolizado la atención de la crítica que sigue siendo universalista y occidentalista, hace derrumbar el concepto de literatura nacional con el que se suelen indicar las literaturas europeas y de poscoloniales con el que se suelen indicar todas las literaturas que no proceden del llamado “mundo occidental”. Entre estas literaturas fronterizas[7] podemos destacar las literaturas de la migración y todas esas literaturas producidas en las periferias del mundo por parte de autores que utilizan una lengua colonial o cualquier otra lengua “mayor” como su lengua de expresión artística y que huyen a la definición de autores poscoloniales por las temáticas y formas narrativas que proponen.

El concepto de lengua mayor que acabo de utilizar nos acerca a la definición de literatura menor. Una literatura menor es “la literatura que una minoría hace dentro de una lengua mayor”[8]. Generalmente con el término lengua mayor se indica una lengua que no es autóctona del lugar donde nace una literatura menor pero que se sitúa en una posición hegemónica respeto a las hablas locales. Si tenemos en cuenta el papel sociolingüístico y cultural que el castellano ha tenido en Guinea Ecuatorial se puede decir que estaría en una posición “mayor”. Y que, en un cierto sentido, ejercería el mismo papel que las demás lenguas europeas ejercen en todos los países que han sufrido el colonialismo. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el castellano no ejerce ya una verdadera hegemonía en el espacio geopolítico en el que ha nacido dicha literatura, ya que es el francés la lengua europea que desarrolla ese papel dominante-hegemónico. Y este elemento de ser lengua mayor sui generis es el elemento que comparten todas las literaturas hispano-africanas junto, como veremos, al rechazo de la dimensión poscolonial como rasgo definitorio de su esencia.

A pesar de todo, hay que decir que, en estos contextos, las lenguas europeas, con palabras de Deleuze y Guattari, son lenguas desterritorializadas y vehiculares ya que sólo las lenguas autóctonas-vernaculares se pueden considerar míticas y referenciales[9].

La desterritorialización está conectada con la posibilidad concreta de que una lengua pueda representar y traducir una realidad ajena a su tradición y evolución histórica aún más cuando se utiliza una lengua colonizadora. De hecho la adaptación de la lengua colonial a los discursos anticoloniales y poscoloniales es muy compleja y nunca es neutral. Se puede decir que los escritores no se limitan a utilizar las formas estándar, sino que las personalizan dándoles una forma alternativa. En este sentido hacen lo que Deleuze y Guattari sintetizan bajo dos categorías: “reterritorializan simbólicamente la lengua a base de arquetipos, de cábala, de alquimia, o van más lejos en la desterritorialización a fuerza de sobriedad”[10]. En ambos casos, o que hagan un uso intensivo o simbólico de la lengua, producen una literatura revolucionaria, o sea, una literatura que derrumba los cánones tradicionales y que desvela las contradicciones del mundo posmoderno.

Otros rasgos definitorios de las literaturas menores son: “la articulación de lo individual de lo inmediato político, y el dispositivo colectivo de enunciación”[11]. La desaparición de la dimensión individual a favor de la política y colectiva es algo imprescindible en una literatura que se propone como una alternativa social “lo que el escritor dice totalmente solo se vuelve una acción colectiva, y lo que dice o hace es necesariamente político, incluso si los otros no están de acuerdo”[12]. De hecho la literatura va a cumplir ese papel de concienciación colectiva y social que en algunos contextos “la conciencia civil o nacional” no pueden cumplir.

Por mucho tiempo la crítica ha defendido la tesis de que una característica que define lo poscolonial es el rechazo del colonialismo y la dimensión anticolonial del intelectual. Sin embargo, como decía antes, este elemento, que sin duda caracteriza buena parte de la literatura generalmente definida “poscolonial”, no lo encontramos, en cambio, de forma tan tajante en las literaturas hispano-africanas, y éste es un elemento que nos aleja de esa visión universalista y dicotómica que reduce todas las literaturas de los mundos en dos categorías, las que he citado antes: literatura nacional y literatura poscolonial.

De hecho en las literaturas escritas en lengua castellana en Marruecos, en Guinea Ecuatorial, en el Sahara Occidental, países que han sufrido el colonialismo español, casi no existe esta dimensión anticolonial. En el caso del Sahara Occidental el castellano es, incluso, la lengua de denuncia que se hace vocera de las reivindicaciones de autodeterminación en contra de la ocupación marroquí. Es la lengua que cruza la frontera para denunciar. En el caso de Camerún, de Túnez, países donde se ha registrado una producción literaria en lengua castellana, el castellano, que no ha sido lengua colonial, aún menos presenta una dimensión anticolonial con respeto a la relación que estos autores establecen con la lengua castellana[13].

En Guinea Ecuatorial, a diferencia de otros países africanos, no ha habido escritores que hayan luchado contra el colonialismo, y, sobre todo hay que tener en cuenta que “el discurso anticolonial en Guinea Ecuatorial fue secuestrado por el régimen de Macías hasta tal punto de que la práctica de la hispanofilia se convirtió en un refugio de resistencia, un territorio de nostalgia”[14]. Además, una parte de estas producciones se ha escrito en el exilio, de forma que la elección del castellano, como lengua de disidencia y como lengua de la “patria” perdida, ha sido bastante natural y esto ha determinado, en buena medida, la ausencia de una dimensión anticolonial. En cambio, se puede decir que todas las literaturas nacidas en contextos coloniales/poscoloniales presentan las características de las literaturas menores y, por lo tanto, si todavía tiene sentido recurrir a la categoría de literatura poscolonial lo tiene re-semantizándola en relación al concepto de literatura menor.

La articulación de lo individual de lo inmediato político, y el dispositivo colectivo de enunciación son elementos que caracterizan la novela Avión de ricos ladrón de cerdos. De hecho, el yo narrador del protagonista se desarticula colectivizándose. Este proceso se realiza dándole a la narración la forma de oraliture. Por su misma naturaleza el cuento oral es colectivo, el yo del griot, o mejor dicho del Mb'm-mvet, se superpone al nosotros del público oyente. Y es lo que el autor hace en su obra. En varios momentos el autor/narrador se dirige directamente a un público oyente más bien que lector y esto lo demuestra el uso de la primera y tercera persona plural:

“Llegado aquí, debemos retomar la historia que empezamos cuando hablamos” (62), “Ya hemos contado todo lo referente a aquel hombre” (73), “recuerden que dije que cuando…” (241), “Ahora que estamos aquí, aprovecho para decir que” (247), “¿Se lo imagina alguien? Esta posible historia que hemos llamado insólita” (247)[15].

De hecho, si se estuviese dirigiendo a un público lector recurriría a la tercera persona singular; pensemos en el celebérrimo “desocupado lector”, ya que la lectura es un hecho individual. Además el narrador para poner de manifiesto que está contando algo utiliza siempre el verbo decir, hablar y sus sinónimos. Y es precisamente en esto donde se produce la desarticulación de lo individual en lo colectivo, un colectivo que al mismo tiempo es político. Y así, se presenta como un moderno Mb'm-mvet que cuenta algo que pueda tener un sentido didáctico. Todas las narraciones orales persiguen una “moraleja” y es lo que hace también Juan Tomás Ávila Laurel. Con su obra denuncia, da a conocer, los problemas que afectan a su país. Esta forma de compromiso es un elemento que define también la esencia de la literatura menor. De hecho, el concepto de “arte por el arte” es una dimensión que no tiene cabida en estos sistemas literarios.

Lo que se puede poner de manifiesto es que en Avión de ricos ladrón de cerdos el compromiso es muy tajante, y, sin embargo, no está conectado directamente con las críticas anticoloniales. Por el contrario su autor critica la gestión del poder en su país en la contemporaneidad, no hace remontar los problemas de Guinea Ecuatorial al pasado colonial, a él le interesa el hic et nunc. Con ironía, critica y ataca la corrupción de su país y la conducta violenta del ejército:

“cuenta de que nuestros valientes militares no pierden tiempo cuando tienen la ocasión de golpear” (16), “pues todo el mundo sabe cómo conducen los militares en este país” (221), “porque sabía que en esta república una cosa es dictar las normas y otra, cumplirlas” (18).

Sin embargo las críticas más feroces son las que hace en contra de la hipocresía de la iglesia, de la doble moral que caracteriza su manera de actuar en África y su ceguera frente a los que son los verdaderos problemas que afectan al continente. Estas críticas se producen directamente atacando la postura del papa frente a la cuestión del aborto:

“Hay un señor que anda por allí con unas túnicas bordadas en oro y con crucifijos engastados en el mismo metal. A este señor se le ocurre decir que los que abortan son enemigos de Dios. Sin ser de ninguna ONG ni abandonar la fe que me dieron a conocer con el bautismo, y juzgando con sentido común, me atrevería a decir, y ante las mismísimas barbas de ese señor, que la historia de una madre que hierve piedras, y no sería la única, para el doloroso e inhumano consuelo de sus hijos es cien veces más grave que la de setecientas mujeres que abortan. El pecado cometido por quienes abortan es una ligera falta en comparación con la monstruosidad de que los niños coman piedras” (215),

e, indirectamente, recurriendo a algunos cuentos interpolados cuya moraleja es siempre la misma: criticar una iglesia que se ha olvidado del verdadero mensaje evangélico. Como el relato del obispo que, habiendo mandado levantar “una inmensa catedral”, “esperaba la aprobación de su gente” (216), y que, en cambio, encontró un loco/cuerdo que le dijo: “Su excelencia reverendísima, al revés que Jesucristo, convierte los panes en piedra”.

Además el autor denuncia también la explotación que el hombre blanco sigue perpetuando sobre los africanos. De hecho, el episodio del médico blanco pederasta que a cambio de prestaciones sexuales les da de comer a decenas de niños es una metáfora de la condición de subalternidad en la que se encuentra África. El doctor Edu en apariencia es casi un padre, una madre para estos niños, en realidad es el que les quita la infancia negándoles todas las posibilidades de rescate recurriendo a formas de chantaje:

“Nosotros no disfrutábamos de todas aquellas cosas porque aquel doctor fuera nuestro padre o nuestra madre, sobre todo madre, que en esta África nuestra es la que busca la comida, sino que todo en esta vida tiene un precio, y aunque nuestra madre no nos pasará la factura de todas las comidas que nos había servido en su vida, en la nuestra, quien pone comida, bebida, casa y protección es porque quiere algo a cambio” (88).

Como ya hemos visto otro elemento que caracteriza las literaturas menores para Deleuze y Guattari es la desterritorialización de la lengua. Hemos destacado también que una respuesta a la misma puede ser o una reterritorialización simbólica de la lengua a base de arquetipos o una desterritorialización que va más lejos a fuerza de sobriedad[16]. En el caso de Juan Tomás Ávila Laurel podemos decir que se produce una reterritorialización simbólica que se realiza adaptando el castellano a las formas de oraliture de las que hemos hablado y, al mismo tiempo adaptando este idioma a la representación de la concepción africana del tiempo que como afirma Inongo-Vi-Makomé es una concepción retroactiva que “va hacia atrás –que- empieza en el presente para perderse en el pasado”[17]. “El negro africano tradicional no va al encuentro del tiempo; espera que sea el tiempo el que venga a él. Es lento, repetitivo, camina hacia el futuro de espaldas y mirando al pasado”[18]. Dicha reterritorialización pasa por un experimentalismo formal, o sea, por una narración rapsódica caracterizada por larguísimas digresiones y cuentos interpolados que interrumpen la narración principal, para retomarla en un segundo momento. Esta estructura de cajas chinas, y el estilo rapsódico de la narración recuerda desde muy cerca la novela Serafim Ponte Grande de Oswald de Andrade. Además Juan Tomás Ávila Laurel parece homenajear al escritor brasileño en el siguiente pasaje:

[A pesar de que en él] “personalmente albergaba cierta esperanza de que sus gestas fueran premiadas, dentro de sí crecía la convicción de que cualquiera que se haya apostado en un rincón de su pueblo con sólo un kalashnikov desprovisto de cargador y que, además, no haya estado desde el principio en las filas insurrectas, es decir, en el bando del que se levanta en armas para tomar el poder, siempre es mirado con desconfianza” (60-61)

que tiene muchos elementos en común con éste: “Mas eu sou o único cidadão livre desta formosa cidade, porque tenho um canhão no meu quintal. Modéstia a parte, eu mesmo sou um símbolo nacional. Tenho um canhão e não sei atirar[19].

Además hay que destacar que Juan Tomás Ávila Laurel con esta novela está dialogando con otros escritores de Guinea Ecuatorial y no sólo: con Donato Ndongo, María Nsue, Wole Soyinca, Chinua Achebe y Ngugi wa Thiong’o por presentarnos un personaje paradigmático que Baltasar Fra Molinero define mesiánico, símbolo del conflicto entre tradición y modernidad que caracteriza, en buena medida, toda la literatura africana. O sea, el “del personaje que regresa al país natal a salvar a su pueblo”[20]. El de un hombre que lleva consigo los valores tradicionales de su gente pero que al mismo tiempo, habiendo estudiado en el extranjero, conoce la modernidad. Sin embargo, no siempre este personaje es un personaje positivo, un ganador de la historia. Por el contrario cuando por mucho tiempo, como en el caso de la novela Ekomo de María Nsue, el hombre negro ha llevado por mucho tiempo la máscara blanca, teorizado por Fanon, es destinado a la derrota final:

“Nfumbá’a, el africano de hoy, hombre del mañana, tras estar dos lluvias en Europa dejó su tradición encerrada entre los libros; dejó allí su personalidad y sus creencias africanas, y el ser sin continente regresó a su pueblo con un disfraz de europeo pero sin el europeo dentro: con una máscara de Europa pero sin su rostro en ella. Medio blanco, medio negro[21]”.



En el caso de Avión de ricos ladrón de cerdos es Yambambé Yambambó, a diferencia de Nfumbá'a, el personaje casi mitológico, positivo. El eco de sus hazañas sigue vivo en la memoria del protagonista de la novela. Muchas veces hace referencia a este personaje que para él es un modelo ético que hay que imitar:

“Ya hemos contado todo lo referente a aquel hombre que salió de Guinea para estudiar medicina y volvió con un diploma que nunca enseñó a nadie y con el alma impregnada del aroma de un gran poeta negro que marcaría su existencia, Yambambé Yambambó amó como se ama en África y se lamentó solamente una vez, cuando las mentes inicuas del nuevo régimen que contribuyó a erigir no juzgaron heroicas sus hazañas y le dejaron sin gratificación. Hablaba el latín, lengua que aprendió cuando sobre Guinea proyectaba otra sombra” (73).

No obstante eso, y no es una casualidad, a diferencia de los demás personajes mesiánicos, no va a Europa a estudiar sino a Cuba. La elección de Cuba no es casual por ser el símbolo de la revolución anticapitalista y por ser la patria de Nicolás Guillén, poeta defensor de los derechos de los negros que el autor indica con una perífrasis: “el alma impregnada del aroma de un gran poeta negro” (73). La presencia de Cuba, el homenaje a Nicolás Guillén, las referencias implícitas a la Negritud de Fernando Ortiz y a Oswald de Andrade, el fundador del movimiento de la antropofagia, nos permiten decir que el mesías de Juan Tomás Ávila Laurel, a diferencia de sus predecesores, no mira hacia Europa, por el contrario sus modelos de referencia son, a su vez, el producto de la transculturación y de una cultura compósita[22] que se opone al modelo atávico europeo y a su noción de modernidad que ya no se ajusta al mensaje que el autor quiere trasmitir.

Para concluir, se puede decir que Juan Tomás Ávila Laurel, reelaborando la dicotomía tradición/modernidad, se pone en una posición fronteriza, en un lugar de tránsito, de tras-paso. Además, concretiza su hacerse menor a través de su capacidad de minar el lenguaje y de hacerlo huir por una línea doblemente revolucionaria[23] y proponiendo un diálogo circular y paritario con y entre sureños, entre sujetos que se están rescatando de la posición de subalternidad en la que los ha puesto Europa forzosamente.























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Obras de Juan Tomás Ávila Laurel





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____. La carga, novela, editorial Palmart, Valencia, 1999. 

____: Historia íntima de la humanidad, poemario, 2000 Editorial Pángola, Malabo, trabajo que mereció una mención honorífica en la XXXV edición del certamen literario internacional Odón Betanzos Palacios, que organiza el Círculo de Poetas y Escritores Iberoamericanos de Nueva York, 2000.

____. Áwala cu sangui, relato ambientado en Annobón. Editorial Pángola, Malabo, 2000.

____. El derecho de pernada, ensayo sobre la realidad guineoecuatorial. Editorial Pángola, Malabo, 2000.

____. El desmayo de Judas, novela, ediciones CCHG, Malabo, novela que recibió el tercer premio de narrativa de la XXXV edición del certamen literario internacional Odón Betanzos Palacios, 2001.

____. Nadie tiene buena fama en este país, novela, editorial Malamba, Ávila, 2002.

____. El fracaso de las sombras, teatro, Tercer premio de la segunda edición del certamen literario 12 de Octubre, que organiza el Centro Cultural Español de Malabo, 2004

____. Cómo convertir este país en un paraíso, reflexiones sobre Guinea Ecuatorial. Editorial Pángola, Malabo, 2005.

____. Cuentos crudos, serie de relatos cortos sobre Guinea Ecuatorial publicado por el Centro Cultural. Puesto por Estanislao Medina Huesca, 2008.

____. Avión de ricos, ladrón de cerdos, novela, El Cobre Ediciones, Barcelona, 2008.

____. Arde el monte de noche, novela, Calambur Editorial, España, 2009.

____. Diccionario básico, y aleatorio, de la dictadura Guineana, ensayo, Ceiba Ediciones, España (edición electrónica disponible en la web "Ceibabotiga.com", 2011.

____. Letras Tranversales: Obras Escogidas. (Ensayo, Poesía, Relatos, Teatro), Verbum Editorial, Madrid, 2012.
















[1]          Utilizo el término emergencia parafraseando al ilustre comparatista Claudio Guillén, el que en el ensayo “Mundos en formación: los comienzos de las literaturas nacionales” (2007) utiliza el neologismo literatura emergente como calco del inglés (emerging literature) para indicar la formación de nuevos sistemas literarios.
[2]           Con el término hispano-africana indico las literaturas escritas en lengua castellana por parte de autores africanos que viven en su país de origen donde no siempre el castellano es lengua que presenta una herencia colonial. Me refiero por ejemplo a la literatura de expresión castellana de Magreb como la hispano-marroquí (país, Marruecos, que sufrió la presencia del Protectarado Español de 1912 a 1956), la de Túnez, y Argelia la hispano-camerunesa, la guineoecuatoriana, y la saharaui.
[3]           Con el término literatura de la migración indico los escritos de los migrantes que escriben en la lengua del país acogedor, y que no siempre es lengua materna o con la lengua “botín de guerra” de la época colonial. En esta definición, incluyo los escritores de primera y de segunda generación.
[4]            Cassano Franco. Il pensiero meridiano. Roma, Bari: Gius. Laterza & Figli, 1996. p.53. (énfasis mío)
[5]           Cifr. Dussel, Enrique. 1492, El encubrimiento del otro: (hacia el origen del "mito de la modernidad"). Madrid: Nueva Utopía, D.L. 1992.
[6]           Gnisci, Armando. Creolizzare l’Europa. Letterature e migrazione. Roma: Meltemi, 2003. p.25, énfasis mío
[7]           Ya Gramsci en su estudio Alcuni temi della quistione meridionale había teorizado un modelo geográfico para conocer la situación real del sur de Italia. Sólo conociendo el sur con todas sus contradicciones se podía llegar a interpretar el norte. Así que partiendo de Gramsci y siguiendo con el pensamiento de Bhabha, llegamos a definir cómo, por medio de los estudios fronterizos, se puede salir de la frontera misma y se puede entrar en contacto con el norte estableciendo con éste un diálogo entre pares.
[8]           Deleuze, Gilles; Guattari Félix. Kafka. Por una literatura menor, México D.F.: Ediciones Era SA, 1978. (Trad. de Jorge Aguilar Mora). P 28.
[9]           Hago referencia al modelo tetralingüístico elaborado por Henri Gobard y citado por Deleuze y Guattari en su ensayo sobre las literaturas menores. En contextos sociolingüísticos muy complejos donde conviven de forma diglósica muchos idiomas es posible elaborar una clasificación en base a la función social a las relaciones de fuerza que en un dado tiempo histórico y en un dado entorno espacial, estas lenguas absuelven. En base a este modelo es posible clasificar las lenguas en cuatro categorías: “la lengua vernacular, maternal o territorial, de comunidad rural o de origen rural; la lengua vehicular, urbana, estatal o incluso mundial, lengua de sociedad de intercambio comercial, de trasmisión burocrática etcétera, la lengua de primera desterritorialización; la lengua referencial, lengua del sentido y de la cultura, que realiza una reterritorialización cultural, la lengua mítica, en el horizonte de las culturas y de reterritorialización espiritual o religiosa” (39).
[10]         Cifr. Deleuze, Gilles; Guattari Félix. Kafka. Por una literatura menor, Op. Cit. p. 32.
[11]          Ibidem. p.31.
[12]          Ibidem. p.30.
[13]         Me he ocupado de este tema en mi tesis doctoral. Tesis defendida en mayo de 2008 en la universidad del Salento (Italia). Título de la tesis La literatura hispano-marroquí. Un modelo mediterráneo posorientalista y posoccidentalista.
[14]            Fra-Molinero, Baltasar. “La figura ambivalente del personaje mesiánico en la novela de Guinea Ecuatorial”. Ngom, Mbare Faye. Ed. de. La recuperación de la memoria: creación cultural e identidad nacional en la literatura hispano-negroafricana. Servicios de publicaciones Universidad de Alcalá. Alcalá de Henares: 2004. p.120.
[15]              Ávila Laurel, Juan Tomás. Avión de ricos, ladrón de cerdos, novela, El Cobre Ediciones, Barcelona, 2008. Todas las citaciones a partir de ahora van a ser sacadas de dicha edición de la novela.
[16]           Cifr.Deleuze, Gilles; Guattari Félix. Kafka. Por una literatura menor, Op. Cit. p.32
[17]            Vi-Makomé, Inongo. La emigración negroafricana: Tragedia y Esperanza. Barcelona: Ediciones Carena, 2000. p. 12.
[18]           Ibidem, p. 13
[19]             Andrade de, Oswald. Serafim Ponte Grande. São Paulo: Globo editora, 1990. trad. di Daniela Ferioli. Serafino Ponte Grande. Torino: Einaudi, 1976. p. 21.
[20]            Fra-Molinero, Baltasar. “La figura ambivalente del personaje mesiánico en la novela de Guinea Ecuatorial”. Op. Cit. p.115.
[21]           Nsue Angüe, María. Ekomo. Madrid: Sial/Casa de África, 2007. p. 107
[22]            Cifr. Glissant, Édouard. Introduction à une poétique du divers. Gallimard, 1996. Poetica del diverso. Roma: Meltemi, 1998, traducción de Francesca Neri.
[23]           Cifr.Deleuze, Gilles; Guattari Félix. Kafka. Por una literatura menor, Op. Cit. p.33.







Selena Nobile. Laureata in Lingue e Letterature Straniere presso l’Università degli Studi di Lecce nel 2003 ha conseguito il titolo di Dottore di Ricerca in Studi Letterari Linguistici e Culturali presso l'Università del Salento nel 2008 (Titolo della tesi: La Literatura Hispano-marroquí. Un modelo mediterráneo posorientalista y posoccidentalista). Ha realizzato studi di “frontiera” sulla letteratura bilbaina di espressione spagnola, su César Vallejo e Oswald de Andrade, sulle letterature africane di espressione spagnola (Guinea Equatoriale, Marocco, Sahara Occidentale e Camerun) e sulle letterature della migrazione in Spagna e in Italia, in particolare sulle scritture femminili della migrazione. Ha insegnato letteratura spagnola presso l'Università della Calabria e lingua e traduzione spagnola presso l’Università del Salento. Attualmente insegna letteratura spagnola presso l’Università della Basilicata e l'Università del Salento.
Abbiamo il piacere e l’onore di accogliere il suo contributo al nostro progetto Comenius.